Hay días en los que uno sufre de una terrible sed de Gardel. Uno de esos días, es justamente hoy.
Es simple: busco un lugarcito lindo de la casa, me sirvo una copita de algo, preparo los cinco sentidos y si es posible uno más —el corazón—, pongo un disco de Carlitos y a volar.
Les juro que después de ese mareo Gardeliano, inevitablemente, a uno le vienen unas ganas tremendas de vivir; si salgo a la calle, quiero darle un beso grande al primero que se me cruce, morder un árbol, desabrocharle el corpiño a la vida, incendiar la casa de gobierno, treparme a todos los pájaros de Buenos Aires y yo que sé cuantas cosas más; pero sobre todo, gritarle al mundo que ese cuentito de que los milagros existen, es verdad.
Pero dije: —que lindo sería doblar la apuesta!... y compartir con ustedes, dos poemas titulados “Carlos Gardel”; hermosamente escritos por los poetas Francisco “Paco” Urondo y Roberto Santoro (hombres eternos, como Carlitos).
Por último y haciendo un pequeño paréntesis, quisiera decirles (y esto es a título personal) que lo que se conoció como “la tragedia de Medellín” fue nada más y nada menos que la ira de Dios y del Demonio, que —en ese preciso instante— se pugnaban la vida del “zorzal”, convencidos los dos de que la garganta de ese hombre que decía llamarse Carlos Gardel, indudablemente, era la garganta de un ángel”.
Matías Mauricio.
Francisco “Paco” Urondo, nació en Santa Fe en 1930. Poeta, periodista, académico y militante político. Su obra poética comprende Historia antigua (1956), Breves (1959), Lugares (1961), Nombres (1963), Del otro lado (1967), Adolecer (1968) y Larga distancia (antología publicada en Madrid en 1971). Ha publicado también los libros de cuentos Todo eso (1966), Al tacto (1967); Veraneando y Sainete con variaciones (1966, teatro); Veinte años de poesía argentina (ensayo, 1968); Los pasos previos (novela, 1972), y en 1973, La patria fusilada, un libro de entrevistas sobre la masacre de Trelew del '72. Es autor en colaboración de guiones cinematográficos y como periodista colaboró en diversos medios del país y del extranjero, entre ellos, Primera Plana, Panorama, Crisis, La Opinión y Noticias. Murió en Mendoza el 17 de junio de 1976, enfrentando a un grupo de tareas de la dictadura militar.
CARLOS GARDEL
Extranjero del silencio
en el mundo arrasado; vertiente de la extrema melancolía
y del coraje y de la velocidad del amor y del miedo.
Dueño de la ciudad, de su memoria blanda
y de la madrugada hambrienta y sin sentimientos
y de la suprema cordura de los vagos.
Cómplice de los encuentros,
de la grapa que nos hizo hablar,
loco de la noche, despreocupado amigo del alba,
Señor de los tristes.
Francisco Urondo.
Roberto Santoro nació en Buenos Aires, en 1939. En vida sobresalen los proyectos colectivos antes que los individuales. Publico varios libros con sus poemas, siempre en colaboración con artistas que los ilustraban. También colaboro con músicos y actores, editó discos y puso en escena obras teatrales. Fue el alma Mater de la revista Barrilete y de la editorial Papeles de Buenos Aires. Siendo miembro del PRT-ERP, milito activamente en el Frente de trabajadores de la Cultura y en el FAS, junto con Haroldo Conti y Humberto Costantini. El 1º de junio de 1977 fue secuestrado por un grupo de tareas de la dictadura. Aún permanece desaparecido.
CARLOS GARDEL
El ángel de gabino que se metió en tu solapa
y un boliche de truco surrealista
te nombran en silencio
Eran azules los pisos de ladrillo
cuando encendía tu voz
el verdín de las macetas con malvones
pero no estás
Hoy bairesvil
enterró tu guitarra
con un paso cambiado de minué en firulete
y las maquinas de coser
que remendaban las tardes
tienen el crespón sensiblero de un silbido en la sombra
Que te llamen los parias
o las viejas rayuelas
tu nombre verdadero se escondió en los rincones
Por algo dejo escrito:
para decir Gardel
hay que amar sin vergüenza
esta ciudad cansada
Roberto Santoro.
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